lunes, 11 de marzo de 2013


De Javier Barreiro Cavestany
(Gracias por todas las primeras veces)

no voy a dejar que me quieras
así como así en el límite
de lo imposible acariciándome el pelo
no voy a dejarte
aunque me sienta el más desdichado de los perros
ya me arranqué la correa
precipitado hacia un abismo mudo
otro amor atenazado no me deja
ser el mismo que te busca
en el límite de lo imposible
estoy fuera de tu órbita
así como así lo he decidido
con toda la rabia chorreándome en el hocico
husmeo en los rincones apartados huesos
roídos hasta el hartazgo
como una droga del olvido
no voy a dejar que me quieras
en la entrada de tu guarida
hay cuerpos desparramados un imán
con metales oxidados que dan frío
yo chapoteo en mi barrio troto
sin rumbo por calles vacías
combato no sé bien qué
pero combato contra mi orgullo
de bestia herida te regalo la única
flor en el jardín abandonado
toda una identidad que se desploma
en el páramo dos veces acechándome
no voy a dejar que me quieras así
por lo que más quiero
y no me quiero
y no me callo
y te prohíbo que me entiendas

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